Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Los Ángeles 2028 se perfilan como un ejemplo mundial de sostenibilidad aplicada a eventos deportivos de gran escala. Desde el uso de infraestructuras existentes hasta la movilidad eléctrica, los organizadores están diseñando un evento centrado en el clima y en el legado para la ciudad.
La piedra angular de esta visión es la reutilización radical de instalaciones ya construidas. En lugar de levantar nuevos estadios, LA 2028 aprovechará espacios icónicos como el Coliseo de Los Ángeles, el SoFi Stadium, el Crypto.com Arena y el campus de UCLA. Esta estrategia reduce la huella ecológica del evento y minimiza los costos financieros y sociales.
Uno de los pilares más innovadores será la movilidad sostenible. Los Juegos serán en gran medida sin coches privados. Se restringirá el acceso vehicular a los lugares de competencia y se fortalecerá el transporte público con nuevas líneas de metro ligero y una flota de autobuses ampliada. Estas medidas forman parte del plan “Twenty-eight by ’28”, que busca completar 28 proyectos de transporte antes del inicio de los Juegos.
La ciudad también apuesta por soluciones tecnológicas futuristas. Aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical, conocidas como eVTOL, conectarán puntos clave como el aeropuerto LAX y los estadios principales. En tierra, se implementará un tramo de carretera con carga inalámbrica para vehículos eléctricos, que permitirá recargar durante el trayecto o en puntos estratégicos.
Además, LA 2028 ha prometido ser una edición con emisiones netas cero. Esto incluye reducir las emisiones en sectores como la energía, el transporte y la logística. El objetivo es bajar en un 15 por ciento las emisiones regionales de gases de efecto invernadero mediante la electrificación, la energía limpia y proyectos sostenibles impulsados por la comunidad.
Más allá del evento, los organizadores trabajan para dejar un legado duradero. En coordinación con líderes locales, LA 2028 se propone fortalecer el desarrollo laboral, mejorar la calidad del entorno urbano y garantizar que los beneficios medioambientales perduren más allá de las dos semanas de competencia.